martes, 3 de diciembre de 2013

¡Nuestros 5 finalistas!

¡Buenos días a tod@s!

Para terminar con nuestros aperitivos pre-navideños os dejamos pequeños fragmentos de las 5 obras finalistas del certamen, que estarán en el libro que muy pronto podréis disfrutar.
Como es habitual, no figuran ni el título ni el nombre del autor, es una pequeña picardía de los que nos ocupamos del blog. Esperamos que, bien los autores o los que han podido leer las obras, nos lo digan ¡Habrá un premio para el primero en descubrir autor y título de cada relato! 

Pero, para hacéroslo más sencillo, la próxima semana desvelaremos títulos y autores junto con las ilustraciones que acompañarán a sus relatos, para que adivinéis a qué extracto pertenece cada imagen. ¡Los diez primeros acertantes se llevarán un ejemplar del libro del I Certamen Literario 50+!

[...] Rebuscando entre las distintas láminas de acero descubrió una pequeña chapa identificativa que había pertenecido a una tal “Ágata”. Él había trabajado durante años en la empresa, en la zona de oficinas, mientras las mujeres, incluidas su mujer y Ágata, se limitaban al funcionamiento de las máquinas. Recogió la plaquita, la guardó en un cajón de su “casa” y volvió a su faena. [...]

[...] El propietario del viejo motel le dijo al inspector Collado que no sabía nada de ningún robo y que una mujer bien vestida, mulata, de unos 40 años, pelo moreno y con gafas de sol llegó la noche anterior y que aquella misma mañana, sin dirigirse a nadie del local, había desayunado, pagó la cuenta en efectivo y se marchó con su Ford color rojo hacia las colinas, con la capota abierta a pesar de las bajas temperaturas de aquella época del año. [...]

[...] Esa misma vieja es la que domina al resto de ancianas que acuden diariamente a la iglesia para oír misa y rosario, hasta el punto de hacer campaña electoral, cuando llegan las elecciones, a favor de su partido favorito. La que así mismo, se las ingenia, para colocarlas en fila, muy juntas en el mismo banco de madera, el primero, delante del sacerdote, para así tener más ganado el cielo. [...]

[...] Después de haberme vestido me dirigí a la cocina, y allí dije en voz alta pero delicada:

- “Dos croissants a la plancha”

 Y como por arte de magia una máquina de última generación se puso a calentarlos. [...]  

[...] Miguel apoyado por su mujer y la familia de ésta, montó su propio negocio, con su financiación compró un pequeño local, una furgoneta y la herramienta necesaria para trabajar como carpintero. Durante los primeros años el negocio fue creciendo y con la ayuda de su mujer que llevaba la oficina fueron organizando una vida acomodada. [...]



miércoles, 27 de noviembre de 2013

Los accésit del certamen

¡Hola de nuevo!

En los últimos días os hemos dado a conocer fragmentos de las obras premiadas en primer, segundo y tercer lugar. Hoy os dejamos con un fragmento de cada uno de los accésit. Esperamos que os gusten tanto como a los que ya hemos podido leerlos.

[...] Ya había pasado la novedad de tener a Oliva cerca, y el carácter misántropo de Crisanto volvió a resurgir. Entre celos y silencios pasaba de ignorarla a despreciarla; ella no se adaptaba a aquel tipo de vida en el faro y, para colmo, la boda no llegaba… Entretanto Oliva quedó embarazada. Se lo dijo con temor, casi en un susurro. Y la reacción de él no se hizo esperar.
- Quien me dice que es mío, a saber, o te deshaces de él o te largas con tu bastardo.
Oliva tardó en comprender el significado de la frase. Suplicó entre lágrimas…
Aquella misma noche, Crisanto la echó de la casa del faro. [...]

[...] He regresado a este cementerio de nuevo, pero en esta ocasión no vengo a traerle rosas blancas como siempre a mi madre. No. Hace un mes, mi abuela ha enterrado a Joaquín, un vecino octogenario de la aldea que ha caído por un desnivel, muriendo en el acto.
 Joaquín tenía muchas tierras y demasiados herederos que las codiciaban. Las verdes praderías que le pertenecían son deseadas por una multinacional que pretende edificar un complejo hotelero en este maravilloso lugar que me vio nacer, crecer y desarrollarme como persona y hay, entre la vecindad y su familia mucho recazo. Esa desmedida construcción arruinaría para siempre la vida de los habitantes de la aldea y alrededores, que se dedican a la ganadería y agricultura y no quieren más. Tampoco yo podría soportar ver en el paisaje donde me crie una mole de hormigón ajardinada con árboles artificiales simulando un paraíso inexistente para atraer a decenas de personas ávidas de nuevas sensaciones, permitiéndoles que horaden estos apacibles lugares con su desmedida vanidad y estoy inquieta. [...]



jueves, 21 de noviembre de 2013

Nuestro tercer adelanto

Aquí os dejamos el tercer extracto del libro. Estamos ultimando detalles antes de llevarlo a imprenta. ¡Ya falta poco!

-…Si cierro los ojos, aquí en mi cama, creo que fue ayer cuando recorría el puerto con Mamá y la abuela, cargadas de agua. Puedo, aún puedo sentir aquel olor amalgamado a grasa y sal, mientras las gaviotas chillan a mí alrededor. Parece que fue ayer, pero ha pasado tanto tiempo…


Setenta años antes.


-¡Carmen, date prisa! Es tarde y los hombres estarán muertos de sed- chillaba Mamá. Así que yo corría con toda la fuerza que me permitían mis piernas e iba rauda a coger el caldero. Mamá siempre llevaba uno en cada mano y otro en la cabeza, al igual que la abuela, pero yo, debido a mi corta edad llevaba uno pequeño en una mano y en la otra un cesto con las garcillas que usaban los hombres para beber. La abuela había hecho unos mandiles que tenían unos enormes bolsillos, y era ahí donde guardábamos el dinero, aunque no cobrábamos por el agua, nos daban “la voluntad”.


martes, 12 de noviembre de 2013

¡Segundo aperitivo!

Esperamos que el primer extracto os haya gustado y estéis deseando leer la historia completa, os garantizamos que es emocionante;  pero eso no será hasta dentro de unos días. Hoy os traemos unas líneas de otro relato.

¡Deseamos que lo disfrutéis!

[...]Odiaba las hamburgueserías, pero a Javi le encantaban y Genaro transigió solo por ver sus manitas felices llenas de Kétchup y mostaza y sus ojillos vivarachos explorando el cartucho de patatas fritas.

- ¿De verdad que no hubieras preferido que nos hubiéramos ido a una tasca a zamparnos unas tapitas de buen jamón serrano?


Y Javi resolvió la respuesta con un simpático mohín de desagrado, tras lo cual se acercó uno de los dedos pringosos a la sien y sentenció: abuelito… tú estás turuleta!!...


Genaro sonrió resignado. Adoraba a su único nieto, su hija Paula lo sabía, y por eso accedía una tarde al mes a dejárselo para que disfrutase a solas de su compañía, y así poder olvidar, aunque fuese apenas durante una horas, aquella tristeza que desde la muerte de María le acosaba como un invierno fatídico[...]


viernes, 8 de noviembre de 2013

MAQUETANDO A TODO TREN

¡Hola a todos!

Como os prometimos, estamos preparando la edición del libro con las obras premiadas y finalistas de nuestro II Certamen Literario. 
A pesar de la precariedad de recursos de la Asociación, tanto económicos como de humanos, esperamos que esté listo para un poquito antes de las Navidades- creemos que será un bonito regalo para los amigos y familiares de todos los que de una forma u otra han participado-, por eso, como dice el encabezamiento, estamos maquetando a todo tren para que vaya lo antes posible a imprenta.

Y para ir abriendo boca, al igual que en la edición anterior, os vamos a ir dejando pequeños fragmentos de las obras y de las ilustraciones correspondientes.

¡ Esperamos que os gusten tanto como a los que ya hemos tenido la oportunidad de disfrutarlos!


[...]Cada mañana frota su cuerpo desnudo con gel hidratante al aroma de miel, rasurado facial intenso, repetición en la limpieza bucal- crema blanqueante, cepillo ortopédico, hilo dental- equilibrio absoluto durante el planchado de su ropa hasta dejarla exhausta, brillo de supernova para los zapatos y cincelado milimétrico de la raya en su cabeza.

- Juan, hijo, ¿Te pasa algo?

- ¿A mí?, ¡Nada!, ¿Qué me va a pasar?

- Estas muy raro, hijo. ¿No te estarás drogando, eh?

- ¡Pero qué cosas dices, mamá! No seas “guidícula” (Lo  de “guidícula” estaba copiado de una teleserie americana y siempre que lo decía su mamá, Petra, se tronchaba de risa).

- ¡Ay hijo, qué bien lo haces! ¡Es para morirse![...]